LA VERDAD DE CADA UNO

 LA VERDAD DE CADA UNO

¿Qué es real y qué es fantasía en nuestra vida? La pregunta puede parecer extraña a primera vista. Pero si lo analizamos con frialdad, la humanidad vive en un eterno ensueño, donde hay miles de verdades, todas ellas inquebrantables, todas inmutables y todas... contradictorias. Cada grupo social tiene su norte, que lo guía según reglas inquebrantables, donde la verdad incontestable guía a sus miembros. Y cómo varía esa verdad... incluso dentro del propio grupo. Esto se debe a que, aunque el elemento crea realmente en la verdad de sus semejantes, su realidad es única, al igual que sus convicciones. Y es en ese momento que se hacen una serie de ajustes en tu subconsciente, para que pueda estar de acuerdo con los parámetros deseados. Sí, lo sé... se pone un poco raro hablar así...

Por mucho que mires, como Diógenes vagando por el mundo con su lámpara encendida, difícilmente encontrarás dos personas cuyas creencias sean exactamente iguales. Sí, al igual que la huella dactilar que es única, los sentimientos y creencias de cada persona no se corresponden con los de sus compañeros. Aun cuando estén de acuerdo en varios puntos, siempre habrá una pequeña porción, escondida en lo más profundo de la mente, en la que sus opiniones divergirán tanto que, de discutirse, terminarían rompiendo el tenue velo de entendimiento entre ellos. ¿Y qué causa esto? Diría que hay varios factores, siendo el principal la forma en que cada persona recibe la información de su entorno de una manera peculiar, donde la comprensión estará determinada por varios principios... incluso sus primeras impresiones del mundo - la forma en que se insertó en su núcleo familiar, donde aprendió las tradiciones de sus ancestros, influirá en la forma en que este individuo absorberá la información de este grupo, donde, como dije, construirá su verdad. Ya que este tendrá varios puntos en común con los demás miembros del grupo, pero esta creencia no será homogénea. Por supuesto, pocos se dan cuenta de esto... es algo tan sutil que escapa a los ojos de la mayoría de las personas. Y si sacas a colación este tema en cualquier círculo de amigos, con las mismas orientaciones, con las mismas creencias... bueno, dependiendo del carácter de cada uno, es probable que la conversación amistosa acabe en pelea. Y no... no exagero.

Una de las cosas que más temen los seres humanos es la deconstrucción de sus creencias. Porque cuando estos dejan de existir, la razón de tu vida, en cierto modo, también se extingue. Por eso es tan sencillo armar cualquier grupo con cualquier orientación... siempre y cuando esa orientación tenga sentido para el individuo. Normalmente los líderes de los distintos grupos suelen apelar al miedo de la gente a acabar en el Tártaro... en el infierno del olvido. Es extraño cómo las personas a menudo se privan de la felicidad en su vida, con la esperanza de encontrarla después de la muerte. Pero, si simplemente se privan de sus deseos y dejan que sus semejantes vivan como mejor les parezca... siempre y cuando esa forma no perjudique su vida en absoluto... no habría ningún problema. El tema es que la mayoría de la población que cree tener el monopolio de la verdad (que, como decía antes, no existe) siente el deber de llevar a otras personas a su paraíso privado, aunque para ellos el “paraíso” de los demás es el infierno más terrible de todas las dimensiones. ¿Por qué la gente sigue olvidando el principio que dice "lo que es bueno para ti no es necesariamente bueno para mí"...