AUTO-ACEPTACIÓN

 AUTO-ACEPTACIÓN

A menudo nos encontramos en nuestras vidas sin saber exactamente qué dirección, qué destino tomar. Estábamos perdidos, sin norte. Extendemos nuestra mano, con la esperanza de que alguien la tome y nos ayude, porque simplemente no podemos ver el camino que debemos tomar. Sí, vivimos envueltos en una niebla, la niebla del miedo a todo, especialmente a la soledad. El mayor temor de un ser humano es, sin duda, estar aislado del resto del mundo, no tener con quién contar. Este es el fantasma que acecha a la mayoría de las almas... la soledad. Sí, por supuesto, muchas personas viven solas por su propia elección. Pero en determinados momentos, en determinados momentos, incluso ellos, que optaron por una vida solitaria, sienten la falta de compañía... y muchas veces (no siempre, claro, ya que cada ser es un universo aparte) acaban deprimiéndose. El miedo a la soledad es tan grande que las personas incluso se anulan a sí mismas para encajar en la imagen que el mundo espera de ellas. Aunque darte de baja es algo muy sencillo para nosotros. Después de todo, estamos entrenados desde una edad temprana para ajustarnos a ciertos estándares sociales. Sí, si hay algo que nos cuesta es la aceptación de nosotros mismos, ya que siempre estamos persiguiendo la aprobación del grupo, en detrimento de nuestros deseos. Desde pequeños nos dejamos en el tercer, cuarto, quinto lugar. Porque la imagen que la gente tiene de nosotros es más importante que nuestro verdadero "yo". Triste, ¿no? Mucho se habla del “amor propio”, donde teóricamente el “yo” sería la prioridad de la persona. Pero incluso el concepto de "amor propio" termina siendo distorsionado de tal manera que la persona termina siendo inducida a creer que corresponde a la imagen que su grupo idealiza tener "amor propio". Y la aceptación de su verdadero "yo", escondido en los rincones más secretos del alma, termina por no darse. ¿Por qué? Porque “mi yo”, “mi verdadera esencia”, no corresponde a lo que se espera de mí. Entonces empiezo a vivir de acuerdo a lo que demanda la sociedad. Y sofoco los verdaderos deseos de mi alma. Por supuesto, puedo encontrar un ángel en mi camino que se acerque a mí y me ayude a encontrar mi alma", no importa cómo sea. Si eso sucede, estaré en el séptimo cielo, seguro. Pero, lamentablemente, lo más común es que la persona que te tiende la mano intente asfixiarte para que encajes en la imagen idealizada por él...

Cuando por fin comprendemos que aceptarnos como realmente somos es el único camino que tenemos para realizarnos en la vida, se abre ante nosotros un mundo de posibilidades. Cosas que ni siquiera serían posibles en nuestra imaginación de repente se vuelven tangibles, y se hacen realidad... por supuesto, esto no es un proceso simple... después de todo, lograr superar años de programación no es el trabajo más simple del mundo... pero, para aquellos que finalmente logran vislumbrar su vida como realmente es... bueno, es como estar en el paraíso... ¿Las luchas, los problemas, cesan? Es claro que no. Pero al menos sabes exactamente por lo que estás luchando...