REFLEXIÓN

 REFLEXIÓN

Muchas veces nos sorprendemos pensando en nada y, de repente, un torbellino de cosas empieza a desfilar por nuestra mente. A veces, lo que desencadena esto es el sonido de una bocina, el ladrido de un perro, el maullido de un gato... o incluso una persona tarareando una melodía. Nuestra reacción a los sonidos que nos rodean es impredecible... podemos sentir placer en algunos casos y furia en otros. Podemos pasar de estar tranquilos y en paz en un momento a estar nerviosos al siguiente. Y a veces lo que provoca esto es una simple broma. Nadie jugará con otra persona si no tiene un mínimo de intimidad con ella. Pero a veces, por diversas razones que escapan a nuestro entendimiento, nuestra broma no es bien recibida por la persona querida. Si logramos identificar tal situación en el momento, nos detenemos en el acto, nos disculpamos y todo vuelve a la normalidad. El problema es cuando no nos damos cuenta del daño que estamos causando y entonces la situación puede volverse irreversible, al menos por un tiempo.

Todos tenemos nuestros altibajos. Todos pasamos por situaciones en las que nos gustaría simplemente cerrar los ojos y solo volver a abrirlos cuando todo se haya resuelto a nuestra satisfacción. Pero la vida no es así. Los problemas de la vida existen, y cada uno tiene su historia y sus luchas por resolver. Mis problemas siempre serán más graves que los de mis semejantes, al menos para mí. Porque los estoy experimentando. mi lado. Sí, somos selectivos hasta en el dolor que llevamos o percibimos.

No es que seamos egoístas… cuando nos paramos a pensar fríamente en los hechos cotidianos, nos damos cuenta de que ya no somos solidarios con los nuestros, pero a veces ese sentimiento llega demasiado tarde. Si es posible corregir nuestro error, genial... pero no siempre es una posibilidad. Por supuesto, si tenemos un mayor grado de amistad con la persona en cuestión, puede que incluso nos perdone... pero no debemos abusar de ella, porque el Amor es algo que hay que cultivarlo con esmero y cariño... y si deja de cultivar este sentimiento, una hora la persona se cansará... no es que te deje de querer, pero hasta el Amor se cansa de perdonar, decía el poeta...

Como dije, todos tenemos nuestros problemas. Pero siempre debemos buscar tener el discernimiento para pedir perdón cuando hemos lastimado a un ser querido. Siempre tenemos que tener cuidado de no fallar con aquellas personas que nos quieren... porque esas personas que nos abren su corazón y nos reciben sin reservas... .